Cruasanes de Hojaldre con Chocolate

El croissant, cruasán o bien medialuna es un bollo propio de la gastronomía francesa, un must que seguro habéis visto en desayunos desde el momento en que tenéis memoria. Podría resultar bastante difícil lograr unos croissants caseros fácilmente y veloz, mas no es de esta manera. El día de hoy en Rocio Cocina en Casa os explico de qué manera puedes tener un desayuno o bien merienda estupenda en menos de una hora.
Como afirmaba, estos bollos son un símbolo de la cocina francesa, una pieza de hojaldre que nos remonta a las reposterías parisinas, en las que se venden estas exquisiteces de mantequilla que se comen con tan solo mirarlas.
Mas, en verdad, su origen no está en Francia, cuando menos no el primitivo. Aunque la palabra croissant viene del francés y su sentido es ‘creciente’, referido al cuarto creciente lunar, el bollo en forma de medialuna fue introducido en Europa por los turcos otomanos. Específicamente llegó a Áustria, donde cuentan la historia de leyenda que, tras vencer al Imperio Otomano y que los vieneses lograran retirar las tropas otomanas de la proximidad de la urbe, los panaderos realizaron 2 géneros de panes para festejar dicha victoria: entre ellos el Halbmond (‘media luna’ en alemán), un pan con esta forma como mofa de la bandera otomana, y predececesor del croissant.
Mas el croissant actual que a la mayor parte nos tiene enamorados sí que viene, como los pequeños, de la ciudad de París. Específicamente se tiene una primera receta del año mil ochocientos noventa y uno que, si bien se realiza con otra masa, la manera es la que conocemos en nuestros días. El hojaldrado tan propio y exquisito que lo hace único aparece en mil novecientos cinco, cuando los franceses comienzan a tomarlo en sus desayunos acompañando sus tazas de café.